20 noviembre, 2021

La Madre: Plegarias y Meditaciones, 27 de junio de 1913

 

Tu voz es tan modesta, tan imparcial,

tan sublime en paciencia y misericordia

que no se deja oír con ninguna autoridad, con ningún poder de voluntad,

sino como una brisa fresca, dulce y pura, como un murmullo cristalino

que da la nota de armonía en el concierto discordante.

Solo para aquel que sabe escuchar la nota, respirar la brisa,

contiene tales tesoros de belleza,

tal perfume de pura serenidad y de noble grandeza,

que todas las ilusiones locas se desvanecen o se transforman

en una gozosa aceptación de la maravillosa verdad vislumbrada.


Traducción del original francés: Shraddha