15 junio, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 409b

En intenso perfume e inmersos en color*
fundieron las coloreadas muestras de su anhelo e hicieron
del florecer se su pureza y de su pasión uno.

Un sacramento de alegría en atesorantes palmas*
portaba ella, símbolo florido de su ofrendada vida,
entonces con manos alzadas ahora algo temblorosas
a causa de la misma proximidad que su alma deseaba,
este vínculo de dulzura, brillante signo de su unión,
depositó sobre el pecho ardientemente deseado por su amor.*

Como reclinada ante un gracioso dios
que desde la bruma de su grandeza ha brillado
para colmar de belleza las horas de sus adoradores,
se inclinó ella y tocó sus pies con manos adorantes;
convirtió su vida en su mundo para que él lo hollara
e hizo de su cuerpo la habitación de su deleite,
su palpitante corazón un recordatorio de felicidad.

Él se inclinó hacia ella y la atrajo hacia sí
su maridado anhelo juntaron cual reunidas esperanzas;
como un rico mundo entero repentinamente poseído,
desposada a todo cuanto él había sido, se convirtió en él,
inagotable alegría hecha suya sola,
él envolvió a Savitri toda entre sus brazos.

Rodeándola su abrazo se convirtió en el signo
de una estrecha relación a través de los lentos íntimos años,
primer dulce resumen de la dicha por venir,
breve intensidad de toda una larga vida.

Notas:
… e inmersos en color: Satyavan y Savitri.
Un sacramento de alegría en atesorantes palmas: la guirnalda (véase fin de 409) que Savitri lleva en sus manos como un tesoro.
depositó sobre el pecho (de Sat.) ardientemente deseado por su (de Sav.) amor.