23 mayo, 2023

La Influencia y Acción del Ser Psíquico I

           Al comienzo, el alma en la Naturaleza, cuya apertura es el primer paso hacia el cambio espiritual, es una parte oculta en nuestro ser, aunque sea gracias a ella que existimos y permanecemos en el tiempo como seres individuales en la Naturaleza. Las otras partes que componen nuestra naturaleza no solamente son cambiantes sino perecederas, mientras que la entidad psíquica en nosotros persiste y es fundamentalmente siempre la misma. Ella contiene todas las posibilidades esenciales de nuestra manifestación sobre la tierra, pero no son las que la constituyen; ella no está limitada por lo que manifiesta, no está contenida por las formas incompletas de la manifestación, ni manchada por las imperfecciones y las impurezas, los defectos, las depravaciones del ser exterior. Es una llama siempre pura de la divinidad escondida en las cosas, y nada de lo que llega a ella, nada de lo que entra en nuestra experiencia puede contaminar su pureza o extinguir la llama. Esta sustancia espiritual es inmaculada y luminosa, y porque ella es perfectamente luminosa, percibe inmediatamente, íntimamente, directamente, la verdad del ser y la verdad de la naturaleza; es profundamente consciente de lo verdadero, del bien y de la belleza, porque lo verdadero, el bien y la belleza son próximos a su propio carácter natural, son formas de lo que es inherente a su propia sustancia. Percibe también todo lo que contradice estas cosas, todo lo que se aparta de su propio carácter natural, lo que es feo y malsano: pero ella no llega a convertirse en estas cosas, ella no está ni siquiera tocada ni modificada por estas contradicciones de ella misma que afectan tan poderosamente a sus instrumentos exteriores, la mente, la vida y el cuerpo. Porque el alma, el ser permanente en nosotros, crea y utiliza la mente, la vida y el cuerpo como instrumentos, sobrelleva el disfraz de sus condicionamientos; pero ella es distinta y más grande que sus miembros.

Sri Aurobindo

Cortesía del Centro Sri Aurobindo de Barcelona.

 (continuará)




07 mayo, 2023

Tehmi-ben, experiencia en su primer Darshan

Mientras esperaba en el patio y cuando subía por las escaleras, me sacudían fuertes vibraciones (como si se estuviera produciendo un temblor de tierra). Apenas recuerdo el tránsito por el corredor, cómo lo atravesaba... debió producirse mecánicamente. En el momento en que atravesé el umbral de la habitación, dos "ojos" o "rayos" (no sabría decir) me atraparon; parecía encontrarme en un salón grande, muy grande —todo a mi alrededor estaba bastante oscuro— y desde lejos en su interior dos rayos de luz (muy alargados), de un blanco dorado-plateado, llegaron hasta mí y se posaron sobre mi corazón. Fue más tarde, no en ese momento, cuando pude formularme a mi misma la experiencia (No parecía haber visto a Sri Aurobindo ni a la Madre, ni cómo había ocurrido—parecía un corredor largo, muy largo. Yo permanecía aturdida.)