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Mas refrenando
su turbado rebelde corazón,
abrupto, erguido
y fuerte, calmo como una montaña,
remontando los
mares de la mortal ignorancia,
su ápice
inmutable por encima del aire de la mente,
un Poder dentro
de ella respondió a la silenciada Voz:
“Soy tu porción*
aquí encargada de tu trabajo,
como tú eres mi
propio yo situado por siempre en lo alto,
habla a mis
profundidades, oh gran e inmortal Voz,
ordena, puesto
que estoy aquí para hacer tu voluntad.”
La Voz replicó:
“Recuerda para qué viniste:*
encuentra tu
alma, recobra tu oculto yo,
en silencio
busca el propósito de Dios en tus profundidades,
entonces la
naturaleza mortal transmuta en divina.
Abre la puerta
de Dios, penetra en su trance.
Arroja de ti el
Pensamiento, este ágil imitador de la Luz:
aquietando tu
cerebro en su* tremendo silencio
su* vasta Verdad
despierta en el interior y conoce y ve.
Arroja de ti el
sentido que vela la visión de tu espíritu:
en la enorme
vacuidad de tu mente
verás el cuerpo del Eterno en el mundo,
lo reconocerás
en cada voz que tu alma escuche,
en los contactos
del mundo percibirás su solo toque;
todas las cosas
te envolverán en su* abrazo.
Conquista los
latidos del corazón, deja que tu corazón palpite en Dios:
tu naturaleza
será el instrumento de sus trabajos,
tu voz albergará
la grandeza de su Palabra:
entonces
acogerás mi fuerza y conquistarás la Muerte.”
Notas:
Soy tu porción aquí encargada de tu trabajo: se trata del ser psíquico, que junto al espíritu
(“su ápice inmutable por encima del aire
de la mente”) constituyen el Ser interior de Savitri, delegación del alma
eterna en su manifestación terrenal. Véase el articulo “Para leer Savitri. El Libro del Yoga”.
Recuerda para qué viniste: En las tres líneas siguientes Sri
Aurobindo define de una forma sintética y clara el propósito del Yoga Integral.
su tremendo silencio: de Dios.
su vasta Verdad: de Dios.
en su abrazo: del Eterno.